Re: Jardín

por Tanya Vasíliev Miér Jun 08, 2016 10:34 pm

En el momento en que ella cree que va a explotar, Damien se detiene. Sin duda se ha vuelto bastante bueno en estos asuntos, pero sentirlo dejarla vacía es algo perturbador. De pronto la atrae a su cuerpo y siente su abrazo apasionado mientras le besa el cuello. Sujeta sus brazos que la abrazan, como afianzándose a ellos para que nunca la deje ir. Está a punto de abrir la boca, a punto de hablar y decirle todas las cosas que debieron ser dichas hace años, en su momento, para evitar la distancia y el dolor que se acumuló. Pero algo la detiene, sintiendo que él también se está deteniendo. Más se interrumpe al él girarla, su mirada se pierde en la suya justo antes de que sus labios se unan con pasión, diciéndose todas esas palabras que no se han dicho. Y Tanya se da cuenta que Damien no ha dejado de ser él. Ha madurado y ha adquirido experiencia, pero ahí, justo ahí en la manera de cargarla, ponerla en la mesa mientras la besa con dulzura y la toca con suavidad, lo siente él, como siempre ha sido y con todo lo que sienten el uno por el otro. La chica se envuelve en él, ni siquiera le importa el frío de la mesa mientras siga en contacto con su... con el chico del sandwich. Y él sigue con su dulzura pues después de acariciarle el trasero, pierde sus manos entre los mechones rubios de Tanya y ella se siente derretir a la par que el orgasmo se acumula en su interior hasta explotar, envolviendo de calor su erección.

por Damien Vasíliev Miér Jun 08, 2016 11:28 pm

Damien se había deshecho de toda la tensión que traía acumulada al ver a la rubia al besarla, acariciarla y hacerla suya. Sintió la estrechez Tanya y como llegaba a un orgasmo. El la sostuvo con la misma firmeza de un principio y continuo haciendo fricción con las embestidas hasta el punto en que el mismo llegó al final de aquella aventura. El orgasmo se precipitó en el de modo bestial. Se tensó brevemente y tuvo que sujetarse de la mesa para no perder el equilibrio mientras dejaba caer su rostro en el hombro de la rubia. Jadeaba y sudaba bastante, pero se dio cuenta casi al instante que aquello a pesar de sentirse bien, no lo estaba. Se pasó una mano por la cara para limpiarse aquellas gotas de sudor y luego le dio un beso a Tanya en la mejiila. Se quitó el condón y lo anudó para posteriormente buscar su ropa que estaba regada por el suelo. Su ropa interior fue lo primero que se colocó para que sus hijos, si es que estaban despiertos no tuvieran que verle en la indecencia, luego sin decir nada volvió a la casa para ducharse y vestirse.

por Tanya Vasíliev Miér Jun 08, 2016 11:43 pm

Después de unos momentos, detrás de ella el ojiazul llegó al orgasmo, igual o más placentero y a Tanya le encantó compartir ese momento con él. No se sentía mal o culpable, bueno, quizá si un poco sí se ponía a pensar en lo que habían hecho. No sabía a que grado de seriedad llegaba la otra relación que tenía Damien, pero ella y Jayden eran más bien libres todo el tiempo y, después de todo, los sentimientos por el padre de sus hijos eran mayores y así lo serían siempre. Se quedan callados, un beso en la mejilla por parte del chico antes de verlo entrar a la casa. Era su casa después de todo, por lo que Tanya solo suspira y entra detrás de él, al otro baño para asearse un poco. No se siente mal por no haber dicho nada. Cada que alguno de los dos decía palabra alguna resultaba en reclamos o peleas, así que era mejor dejar ese momento como lo maravilloso y mágico que fue mientras duró. Cuando la chica está presentable, sale a la sala donde sus hijos están jugando con calma, se sienta con ellos para pasar la tarde a su lado, mientras Damien sale de la ducha y se les une un rato, como si nada hubiera pasado. Y tal vez es lo mejor, por ahora.

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