Re: Sala de Estar

por Artemisa Romanov Jue Mayo 12, 2016 11:47 pm

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

En eso tiene razón, no tengo ni idea de que piensa o siente la mayor parte del tiempo. A veces solo quisiera gritarle y que él me gritara, al menos así sabría la verdad. Pero somos igual de testarudos, igual de todo. - Nuestro hijo. - corrijo por inercia y suelto un suspiro antes de tragar saliva. - ¿Tú que crees? Te extraño como desquiciada. - susurro antes de lanzarme. Literal me lanzo y sé que me rechazará al principio pero también sé que siente lo mismo, por lo que suplanto el lugar de Orfeo en sus piernas, pero voy por sus labios, esperando que no me rechace, no sé que haría eso con mi ego. Y mi corazón, ya que mis palabras eran ciertas y lo amo con todo lo que soy.

chu *3*

por Apolo Romanov Jue Mayo 12, 2016 11:50 pm

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

La ley magica no piensa igual que tu - afirmé, desde mi asiento - Si me extrañaras tanto... - Me quedé a medias. No me gustaba sonar a que estaba reprochando algo. Bueno bueno, ¿a quien trataba de engañar? No sé en que punto Artemisa dejo de ser mi hermana para convertirse en algo que iba más allá de la comprensión humana. La observé, como se movía lentamente, capturando mi atención. Más allá de hacer algo por apartarla de mi... mis brazos la recibieron, rodeándola de forma posesiva y protectora. El aroma de mi hermana, sus caricias que rozaban mi piel tentadoramente, me hicieron temblar, mi voluntad se derrumbo cuando ella determinó que iba a ser suyo ese día. Pero sobre todo sus besos. Estaba temblando de ansiedad porque necesitaba sentirla cerca. Sentí que pasó una eternidad desde que estábamos tan cerca, con su aliento cálido soplando sobre mi boca. Sus labios se deslizaban gracilmente sobre los mios, reconociendo cada rincón de ellos y yo de los suyos. Mi lengua exploró, saboreando su interior sin dar paso a la razón, porque claramente la razón los abandonó hace unos momentos. Mi respiración estaba acelerada igual que mi corazón, pero a pesar de la pasión decidí detenerme, con todo el dolor del mundo y con mis labios pegados solo en su cuello sin decir nada más.

chu *3*

por Artemisa Romanov Jue Mayo 12, 2016 11:52 pm

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

Al fin. El mundo se pierde, todo desaparece y nos hacemos efímeros como cada vez que nos besamos. No me ha despreciado, al menos no con su cuerpo porque sé que eso no me puede mentir, me abraza, suspira, se eriza y responden sus labios a los míos con perfecta sincronización. Mis dedos suben por su cuello, acariciando su barba hasta la nuca y siento que aquí es a donde pertenezco. Más allá de lo que todos puedan pensar, más allá de lo que él mismo piense pues eso de "según la ley mágica..." era un montón de basura. Solo bastaba ver a Orfeo, tenía su sonrisa, su rostro, era suyo y mío aunque los papeles dijeran otra cosa. Así como así deja de besarme y siento su respiración en mi cuello. "Dímelo, dímelo..." suplico en mi mente que me pida dejar a John, huír con él. Ser sólo nosotros tres. Pero no lo dirá, ni yo lo haré si no me lo pide. - Estoy aquí. - susurro, para ayudarlo a que olvide todo y nos concentremos en este momento que tenemos para los dos. A pesar de que mañana volvamos a la rutina de andar de la mano de otras personas, al menos en este momento le pertenezco y él a mi.

chu *3*

por Apolo Romanov Jue Mayo 12, 2016 11:56 pm

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

Algunas veces he pensado, seria y profundamente en nosotros. ¿Qué nos depararía el futuro? ¿Qué había después si huíamos juntos con Orfeo? Me preocupaba severamente la reacción de los demás para con el, porque los niños son crueles, solo bastaba rememorar mi propia infancia para darse cuenta de que yo fui un pequeño bully, cosa ironica, ya que no deseaba que mi hijo tuviera el mismo destino que de los niños que jodía continuamente. Mi cuerpo respondía favorablemente a las caricias de mi hermana, tanto que se me paró casi tras escuchar esas dos palabras. Le revolví el cabello antes de hacerlo a un lado para besar su cuello y dejarle unos mordiscos, la deseaba, sentí necesidad de ella todo este tiempo; para ser honestos no me sentía con la fuerza necesaria para despreciarla, era una debilidad bastante evidente y la cabrona sabía aprovecharse de eso. Mantuve un semblante serio, para evitar el dolor de saberla mujer de otro mientras una de mis manos se desviaba a su ropa interior, dentro de los pantalones ajustados de la rubia, MI rubia, para acariciar su interior y sentir el calor de este en mi mano. Llegué a palpar su clitoris y moví mis dedos en el - No me agradas, vienes acá como si no hubiera pasado nada y pretendes que echando un polvo se me olvide todo, ¿no? - no lo iba a admitir, pero iba por buen camino. Desabotoné su pantalón porque me estorbaba, así tenía más libertad para juguetear con su intimidad. Atrapé sus labios, saboreando lentamente su piel, la extrañe, demasiado para mi gusto. Artemisa iba a pagar por sus insolencias ese día y quizá toda la noche.

chu *3*

por Artemisa Romanov Jue Mayo 12, 2016 11:59 pm

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

Suspiro de alivio al ver que sigue siendo él. Encabronado y dolido, como yo me sentía la mayor parte del tiempo, pero seguía siendo él y seguía sintiendo por mi lo mismo que yo por su ser entero. Nos besamos y es obvio que en algún momento se hará presente una reclamación, dejaríamos de ser nosotros si ellas faltasen, pero no planeo detenerme a discutir cuando podemos discutir mientras hacemos el amor, por lo que muerdo su labio inferior, jadeando de gusto por la habilidad que demuestra tener dentro de mi ropa interior. - Solo quiero estar contigo. - jadeo y me estremezco pues hace de las suyas con los lugares más sensibles de mi anatomía. Lo amo tanto que me cae mal que solo reclame sin dar soluciones a nuestros problemas. - Al menos hago algo. Sí por ti fuera te la pasarías tirado en el sillón, sin verme, o a Orfeo. - murmuro, aprentando los dientes antes de morder su cuello levemente, he tenido que cortar el beso pues la intensidad de su masaje me está empezando a enloquecer, por lo que recargo la frente con su hombro, intentando respirar entrecortadamente.

chu *3*

por Apolo Romanov Vie Mayo 13, 2016 12:06 am

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

Mis manos aferraron su cintura, sintiendo el movimiento de su cuerpo sobre el mío. ¿Qué podía responder ante sus acusaciones? Que tenían todo de verdad como que el centro del universo es donde uno se encuentra - ¿qué tan grande es ese deseo? - susurré en su cuello, al mismo tiempo ella mordía el mio. Sus palabras me encogieron alguna parte de mi ser, que no quiero mencionar para no encoger la que en ese momento era mas importante que el resto. La tenía tan dura que comenzaba a molestarme que ella siguiere encima mio y yo no dentro de ella - No es mi culpa que tu seas tan superficial como para haberte casado para no quedarte sola, sola ante quien, ¿la sociedad? Esa que tanto reniegas ahora - al decir aquello sentí un enojo peculiar. Antes, cuando estaba tirado en la sala pensaba en algo que me tenía preocupado; el momento de idiotez me agarró y decidí soltarlo ahí justo cuando podía tomar mis bolas y metérmelas por la boca o peor aún, dejármelas azules - Rhyanne está embarazada - confesé, apretando su sexo con el dedo medio y su humedad comenzó a correr en mis manos. Recargué la cabeza sobre su hombro, sin dejar de mover mis dedos, pero sin la fortaleza de mirarla a los ojos. Ahora por alguna razón quería hacerle el amor con mas ganas, pero con cierto enojo quemándome el interior.

chu *3*

por Artemisa Romanov Vie Mayo 13, 2016 12:07 am

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

Mucho más grande que tú y yo juntos. - susurro con ganas, perdiéndome en él pues es lo que más deseo en estos momentos. Sé que no será todo flores y corazones, dejaría de ser él si no me reclamara y yo dejaría de ser yo si no le amara así como era. Me toma unos segundos de más reclamar de regreso, los mismos que a él le toma darme esa noticia. Hijo de la gran... - ¿¡Qué!? - pregunto por inercia, tragando saliva ya que he escuchado perfectamente. - ¿Y esperaste justo ahora para decirme? - empujo su cuerpo, sin quitarme pero haciéndolo que saque su mano de mi y que mi torso se separe de su pecho. - Maldito cobarde. - vuelvo a empujarlo. - Yo me asusté, pero tú fuiste un estúpido cobarde, por no decirme que lo dejara. Por no pedirme que huyera contigo. - lo empujo de nuevo, cada vez con más enojo y mis ojos se anegan en lágrimas. - No, en vez de eso te casaste con ella y ahora... - ni siquiera puedo decirlo pues es demasiado. Yo no había tolerado (ni lo haría) tener un hijo de John para que ahora me saliera con que así como así embarazó a su esposa para formar su familia feliz. - ¿Porqué no me lo pediste? - sollozo y tengo tantas ganas de besarlo que aferro mis manos a sus hombros, haciendo puños las hombreras de su playera. - Yo tenía miedo, de que dijeras que no. Que no te bastara solo yo para siempre. Y ahora veo que tenía razón. - siempre he sido bastante dramática y él lo sabe mejor que nadie, pero vaya manera de cortar el rollo que tenía mi hermanito.

chu *3*

por Apolo Romanov Vie Mayo 13, 2016 12:10 am

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

La actitud de Artemisa se tornó bastante, pero bastante negativa así repentinamente. ¿De qué otra manera se le podía llamar? Me quedé ahí sentado como piedra, inmóvil y de semblante imperturbable. Parecía una estatua, dejandome golpear por ella; sus reclamos me sonaban realmente absurdos tomando en cuenta que ella decidió hacer lo mismo que yo hice después. Sus motivos me sonaban realmente tontos, yo por otro lado justificaba mis acciones bajo la premisa de obligación familiar, pero ella quedó exenta de sus obligaciones familiares al momento en que su primer prometido murió. Lo hizo por mero capricho. Es decir, me dejo claro que yo solo era una diversión, pero John era la clase de tipo serio con la que cualquier chica desearía sentar cabeza - no te veías muy asustada cuando te embarazaste de el o cuando decidiste casarte para pasar tu tiempo libre - apreté la mandíbula. En parte tenía razón, pero mi cobardía radicaba en el hecho de que mi hermana me veía como eso, hermanos que se divertían durante un rato y por estar en esa categoría de relación familiar no veía más allá de las posibilidades - lo que yo haya hecho o no es mi problema - mis manos la sujetaron, rodeando su cuerpo y apretando sus brazos contra mi pecho al atraerla hacía el. ¿En qué punto ella dejo de ser solo mi hermana? Esa pregunta seguía rebotando en mi cabeza como un resorte, cada vez con mayor peso moral, pero a eso le ganaba todo el amor que sentía por ella - no se trata de eso, cumplí mi deber y ya, ¿crees que me gusta besarla? Te equivocas si piensas que es así - Finalmente sucumbí ante ella y la abracé, cruelmente abatido por la situación, pero aún había remedio, o eso pensaba - ¿qué quieres de mi? Vámonos juntos si estás dispuesta a dejar todo atrás - ofrecí, sin mirarla, ya que mi cabeza se encontraba recargada en su mejilla.

chu *3*

por Artemisa Romanov Vie Mayo 13, 2016 12:11 am

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

Era un idiota, un completo idiota y no quería escucharlo más nunca. No quería escucharlo más, pero necesitaba decirlo todo ahora. Al despertar jamás imaginé que la rutina de mi día acabaría entre lágrimas y confesiones con mi gemelo, quien es dueño de mi corazón. - Pero lo estaba, estaba aterrada a que todos me dejaran. Que tú te casaras pues tu prometida no había muerto, me hubiera quedado sola. Y nunca me dijiste, nunca me pediste que no lo hiciera... - aún sigo culpándolo porque es más fácil. Porque los dos fuimos idiotas y lo arruinamos, pero quizá ahora podamos arreglarlo, juntos también. Y al fin lo dice, después de tanto tiempo, las palabras que he querido escuchar para sentirme libre salen de su boca. - ¿Estás tú dispuesto? - pregunto, con un susurro en mi voz antes de inspirar y abrazarme a su cuerpo. - Yo quiero estar contigo. Siempre. Aquí o del otro lado del mundo, como tu mujer. Sin importar lo que digan, solo tú y yo y Orfeo. - enumero las cosas que me harían la mujer más feliz del mundo, aún recelosa porque, después de todo, nada estaba escrito y todo podía cambiar si así lo decidía. O podía ser el inicio de nuestra nueva vida.

chu *3*

por Apolo Romanov Vie Mayo 13, 2016 12:12 am

"Echar un polvo con la mucama sería genial, pero estoy enamorado y eso es fatal, mueran todos."

Es increible como Artemisa podía cambiar de ánimos tan de pronto. Primero estaba aún sollozando, triste por la noticia del nuevo, pero para nada bienvenido bebé. Besé su mejilla, tratando de consolarla, porque la verdad si me gustaba verla sufrir, pero no en ese punto, si no en un sentido más juguetón. Cuando las cosas se ponían así de locas e intensas me daban ganas de aplicar la desaparición forzada, pero de un tiempo acá aprendí a afrontar mi mierda. No iba a huir, mucho menos si ella me necesitaba ahí debía estar yo. Con los pulgares limpie sus lagrimas - El hubiera no existe - compuse esa frase breve antes de besar la comisura de sus delicados labios - podemos reparar todo el daño que nos hemos hecho el uno al otro en un instante, solo hace falta tomar la decisión - que me hablara así, tan segura de si misma, de que quería ser mi esposa me excitó. Es raro, lo sé, pero verla vulnerable y aún así seguir queriendo estar conmigo a pesar de lo que los demás pudieran pensar de nosotros, despertó en mi un instinto bestial de querer hacerle el amor, aún con más ganas - hasta el fin del mundo y más allá - respondí, hundiéndome en un beso con ella. Nunca en mi vida besé a alguien con tanto amor como lo hacía con ella y a pesar de que a mucha gente pudiera parecerle una aberración lo que sentimos para mi era el sentimiento más puro e irracional que pude haber sentido nunca. Deslicé mis manos a través de su chaqueta, la que saqué con rapidez y luego dirigí hacia los botones de su blusa - no quiero quejas después porque esto no será fácil y quiero que entiendas eso - aclaré, devorando sus pechos -cubiertos por el sostén- con la mirada. Mi mano se amoldó a uno de ellos y apretó duramente para sentir la suavidad de este - te amo - volví a besarla, breve y dulcemente en los labios.

chu *3*

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